jueves, 10 de noviembre de 2011

miércoles, 17 de febrero de 2010

comentario soneto xxiii

COMENTARIO DE TEXTO SONETO XXIII DE GARCILASO DE LA VEGA

En tanto que de rosa y azucena

se muestra la color en vuestro gesto,

y que vuestro mirar ardiente, honesto,

enciende el corazón y lo refrena,

5 y en tanto que el cabello, que en la vena

del oro se escogió, con vuelo presto

por el hermoso cuello blanco, enhiesto,

el viento mueve, esparce y desordena:[1],

coged de vuestra alegre primavera

10 el dulce fruto antes que el tiempo airado

cubra de nieve la hermosa cumbre.

Marchitará la rosa el viento helado,

todo lo mudará la edad ligera

por no hacer mudanza en su costumbre.

Localización

Esta composición lírica es una de las mejores y más conocidas del poeta toledano Garcilaso de la Vega (1501-1536), introductor, junto con Boscán, de la lírica renacentista de influencia italiana y máximo exponente de este movimiento poético durante la primera mitad del siglo XVI. Garcilaso representa al perfecto cortesano renacentista del que hablaba Castiglione, pues conjuga en su persona “armas y letras”. Considerado como el primer poeta moderno por su tratamiento del tema amorso, cultivó una poesía intimista, melancólica, cuyo estilo se caracteriza por la claridad, la naturalidad y el buen gusto.

Su producción literaria, exclusivamente poética, es breve; en metros italianistas: tres églogas, dos elegías, cinco canciones, una oda, una epístola y treinta y ocho sonetos. El poema que nos ocupa es el soneto XXIII y está dedicado probablemente a Isabel Freyre, dama portuguesa de la reina y musa de su poesía. Este poema lírico, perteneciente a su época de plenitud (iniciada a partir de 1532), demuestra el perfecto manejo del arte italianista que poseía Garcilaso.

Tema



Recrea el tópico literario del “carpe diem” (exhortación al aprovechamiento de la juventud), proveniente de la literatura clásica latina (Horacio y Ausonio), que fue muy grato a los autores renacentistas, puesto que refleja un sentido pagano de la existencia, impregnado de vitalismo, característico de la nueva manera de entender la vida.

Se dirige en él a una mujer (quizás Isabel Freyre, dama portuguesa que fue la musa de la mayor parte de sus composiciones) para exhortarla a que aproveche su juventud y su belleza. Para ello realiza una descripción de ciertos aspectos de su físico (color del rostro, mirada, cabello, cuello) resaltando su hermosura juvenil y advirtiéndole metafóricamente que viva intensamente antes de que el paso inexorable del tiempo la conduzca al invierno de su vida. Finalmente concluye destacando la acción destructora del tiempo y su vertiginosidad.

Estructura

a) Estructura externa: nos encontramos ante un soneto de estructura clásica, compuesto por 14 versos endecasílabos de rima consonante, distribuidos en dos cuartetos (ABBA ABBA) y dos tercetos (CDE DCE). Recordemos que el soneto, estrofa culta de origen italiano, introducida y aclimatada en la lírica española gracias a Juan Boscán y a Garcilaso de la Vega, se ha venido utilizando desde entonces, con mayor o menor intensidad, a lo largo de toda la historia de la literatura española.

b) Estructura interna: podríamos considerar dos apartados generales:

· Primer apartado: comprende los dos cuartetos y el primer terceto (vv. 1-11). El poeta se dirige en concreto a una dama para que aproveche su juventud y hermosura.

En este primer apartado se observan dos subapartados:

- Los dos cuartetos (vv 1-8). Descripción de la belleza física de una dama en su presente de juventud, siguiendo el canon de belleza de la mujer renacentista. (“Descriptio puellae”)

- El primer terceto (vv. 8-11), donde se explicita el tópico del “carpe diem”, exhortando metafóricamente al aprovechamiento de la juventud.

· Segundo apartado: comprende el segundo terceto (vv. 12-14). Se trata de una conclusión general, también en forma metafórica. Nos habla en abstracto sobre el efecto devastador del paso del tiempo que conduce a la vejez y a la muerte. (“Tempus fugit”)

Análisis formal atendiendo al contenido

Puede realizarse de dos maneras:

l Modelo A (análisis verso a verso)

l Modelo B (análisis atendiendo a lo diferentes niveles del lenguaje)

Modelo A

Los dos primeros cuartetos, conectados por subordinación sintáctica temporal al primer terceto, en el que aparece la idea central del poema, muestran la descripción física de una mujer (2ª persona a la que se dirige el poema) en su presente de juventud. Para remarcar precisamente la importancia del paso del tiempo y su fugacidad, utiliza Garcilaso desde el primer momento proposiciones temporales: el nexo “En tanto que” (repetido en tres ocasiones: dos de forma expresa y una mediante elipsis) introduce el presente y éste implica hermosura y juventud.

La “descriptio puellae” ubicada en los cuartetos no presenta una ordenación estricta (color del rostro, mirada, cabello, cuello); predomina en ella la prosopografía (descripción física), si bien aparecen ciertos rasgos de etopeya (descripción psíquica o moral). Mediante hipérbaton (“de rosa y azucena/se muestra la color en vuestro gesto”) destaca el semblante pálido y sonrosado en los pómulos, expresado mediante metáforas coloristas: “de rosa y azucena” (identificación con elementos de la naturaleza: dos flores). Da la sensación de que el poeta no quiere fijar unos rasgos puramente físicos, sino trascenderlos: con la metonimia “vuestro gesto”, se refiere al semblante, al rostro, dando así una impresión de fugacidad. De la misma manera elude hablar de los ojos para hacerlo de la forma en que éstos miran, de nuevo lo expresa mediante lo que podríamos considerar otra metonimia: el infinitivo con función nominal: “vuestro mirar”, que posee como el color del semblante dos términos adjetivadores: “ardiente, honesto” (que aparecen en anítesis). El fuego es, en la terminología poética renacentista, un símbolo del amor apasionado, y la mirada de la dama es a la vez “amorosa” (ardiente) e inocente, pura (honesto). Recordemos el idealismo típico del Renacimiento en el tratamiento del amor. En consonancia con lo anterior, en el v.4 se nos da la explicación: “enciende el corazón y lo refrena”, metafóricamente su mirada puede “encender pasiones”, sin embargo su inocencia serena la exaltación que suscita al ser contemplada su belleza. De nuevo aparece la antítesis en relación cruzada con el verso anterior: ardiente-enciende/ honesto-refrena.

En el segundo cuarteto se describe el cabello y el cuello de la muchacha. Se pondera el color rubio de su cabello (ideal renacentista), sublimado mediante una metáfora hiperbólica, expresada por una proposición subordinada de relativo: “que en la vena del oro se escogió” (seleccionado entre el oro más puro). La imagen del cabello en movimiento (metáfora: “con vuelo presto”) debido a la acción del viento, otro elemento extraído de la naturaleza, incide en la caracterización de ese cabello, pues da la sensación de viveza y suavidad. Garcilaso muestra la acción del viento sobre la cabellera de la muchacha: “mueve, esparce y desordena”, gradación climática en tres términos (simetría renacentista) por “el hermoso cuello blanco, enhiesto”. No utiliza en la descripción del cuello ninguna metáfora, es suficiente la presentación de tres adjetivos en simetría con los tres verbos que aparecerán en el verso siguiente. Todo lo relacionado con el sentido de la vista cobra realce en la poesía garcilasiana.

En consonancia con el carácter descriptivo, domina en los dos cuartetos el estilo nominal[2], aunque sea en el segundo cuarteto donde encontremos mayor cantidad de formas verbales. Las tres formas verbales en presente de indicativo, tiempo habitual en los cuartetos, (“mueve, esparce y desordena”, v.8) introducen un mayor dinamismo que precipita la presentación del tema; sin embargo, no se rompe el esquema nominal pues para equilibrar ha situado estratégicamente Garcilaso una tríada de adjetivos referidos a “cuello” en el verso anterior (v.7).

En el primer terceto se formula o presenta la idea central. Se inicia con una forma verbal en imperativo (siguiendo la tradición del “carpe diem”); a la vez que el poeta se dirige a la mujer concreta, puede hacer una exhortación extensiva a los lectores. Se ha producido una ruptura dentro del sistema de las formas verbales del texto. El hipérbaton del verso 9: “coged de vuestra alegre primavera/el dulce fruto” tiende a remarcar mediante la metáfora de la juventud el aprovechamiento de ésta y, por otra parte, introduce un nuevo tópico que seguirá desarrollando, en forma de alegoría, a lo largo de los dos tercetos, nos referimos a la identificación de las estaciones del año con las edades del hombre. El esquema epíteto+metáfora natural: “alegre primavera” se repite en “dulce fruto”. Si la primavera se identifica con la juventud, el “dulce fruto”, como producto de ésta, podría entenderse como el amor. De nuevo se impone la idea del tiempo y la advertencia del poeta, que se vale de un nuevo conector temporal (“antes que”) dependiente del imperativo “coged” y de un presente de subjuntivo con valor de futuro próximo para recalcar las consecuencias negativas del paso del tiempo e incidir nuevamente en el aviso propio del “carpe diem”: “antes que el tiempo airado” (personificación, metáfora del invierno), “cubra de nieve la hermosa cumbre”. Siguiendo idéntico esquema que en los versos 9 y 10, se evoca, mediante metáforas, el invierno de la vida, representado por el cabello blanco (“nieve”), mientras que “la hermosa cumbre” hace referencia a la cabeza de la dama. La antítesis es otro recurso destacable. El contraste entre el presente (=belleza y juventud) y el futuro (=ajamiento y vejez) se manifiesta en términos de connotaciones positivas y negativas: dulce fruto/tiempo airado, alegre primavera/viento helado, etc.

En cuanto al segundo apartado, el segundo terceto, conclusivo, se inicia remarcando mediante hipérbaton el tópico del “tempus fugit”: “Marchitará la rosa el tiempo helado”, con un futuro imperfecto de indicativo (“marchitará”). Continúa con la alegoría del terceto anterior al hablarnos, mediante términos metafóricos extraídos del medio natural, del invierno y sus inclemencias, “el viento helado” quizá connote ya la idea de la muerte. Por otra parte, aparece también la “rosa” como símbolo y metáfora de la vida (=Ausonio), y más en concreto de su fugacidad; la juventud posee idéntica duración que el esplendor de una rosa. Un nuevo hipérbaton: “Todo lo mudará la edad ligera” recalca la inexorabilidad del transcurso temporal, aquí representado como “edad ligera”. El políptoton (“mudará/ mudanza”) y la personificación (“en su costumbre”) remarcan la misma idea, ya que el tiempo no puede dejar de transcurrir. En el segundo terceto la adjetivación cobra tintes negativos: “viento helado”, “edad ligera”, en referencia a los efectos devastadores del paso del tiempo en el futuro. Se da una oposición en el sistema de los adjetivos que refuerza la contraposición: Presente = Juventud = Positivo / Futuro = Vejez = Negativo. Lógico, puesto que Garcilaso está exhortando al disfrute del momento presente.

Modelo B[3]

l Plano fónico

Destacaremos el ritmo tonal de las estructuras oracionales: todas ellas enunciativas afirmativas, excepto en el caso de la proposición donde se formula el tema del “carpe diem” (“coged de vuestra alegre primavera…”) que adopta una modalidad exhortativa; al ser la única gana en fuerza, en importancia, y se reafirma como núcleo de la idea principal.

En cuanto a la métrica, se trata de un soneto, composición constituida por dos cuartetos (ABBA, ABBA) y dos tercetos (CDE,DCE), de rima consonante. El soneto, poema italianista, fue adaptado definitivamente a la literatura en lengua castellana por Garcilaso.

l Plano morfosintáctico

La adjetivación adquiere una gran relevancia. Debido a su carácter descriptivo en los dos cuartetos domina el estilo nominal, en ellos realiza la descripción de una mujer concreta a la que el poeta se dirige, la utilización de los determinantes adjetivos posesivos (“vuestro gesto”, “vuestro mirar”) así nos lo indican. La adjetivación, muy abundante, posee connotaciones positivas : “mirar ardiente, honesto”, “clara luz”. “vuelo presto”, hermoso cuello blanco, enhiesto”; en el primer terceto los adjetivos son epítetos: alegre primavera”, dulce fruto”, “hermosa cumbre”, también con connotaciones positivas. La excepción dentro del primer terceto la constituye: “tiempo airado, que anticipa la acción destructora del devenir temporal.

Con el segundo terceto la adjetivación cobra tintes negativos: “viento helado”, “edad ligera”, en referencia a los efectos del paso del tiempo en el futuro. Se da una clara oposición en el sistema de los adjetivos que refuerzan la contraposición: Presente=Juventud=Positivo/ Futuro=Vejez=Negativo. Lógico, puesto que Garcilaso está exhortando al disfrute del momento presente.

En cuanto al sistema de los tiempos verbales , observamos su adecuación a la estructura del contenido y a la intención del poeta: presente en los cuartetos descriptivos; imperativo, en el primer terceto, es decir, en la exhortación; y futuro, en el segundo terceto, para expresar los estragos del paso del tiempo.

El momento de mayor dinamismo expresivo se da en el v. 8 (“el viento mueve, esparce y desordena ), la tríada de formas verbales en presente de indicativo precipitan la presentación del tema, sin romper el equilibrio al presentarse a continuación tres adjetivos referidos a “cuello” (hermoso, blanco, enhiesto”).

Sintácticamente hay que señalar la disposición de los dos cuartetos respecto al primer terceto, conectados por subordinación sintáctica temporal (coged, como verbo principal y los conectores temporales “en tanto que”, que se presentan de forma anafórica ), para realzar la importancia del paso del tiempo y su fugacidad. En el primer terceto encontramos un nuevo conector temporal dependiente del mismo imperativo (“antes que”) , introductor de un presente de subjuntivo con valor de futuro próximo, que recalca las consecuencias negativas del paso del tiempo.

En cuanto a la construcción de la frase, llama la atención el uso del hipérbaton, en casi todas las estrofas existe algún ejemplo, siempre con la finalidad de realzar el elemento que pasa a primer término. El más exagerado se encuentra en el segundo cuarteto, todo él un hipérbaton.

l Plano léxico-semántico

La tópica descripción ubicada en los cuartetos no presenta una ordenación estricta (color del rostro, mirada, cabello, cuello); en ella predomina la prosopografía (descripción física), si bien aparecen ciertos rasgos de etopeya (descripción psíquica o moral).

En el primer cuarteto:

Los dos primeros elementos descritos dan la sensación de que el poeta no quiere fijar unos rasgos simplemente físicos, sino trascenderlos: utiliza metonimias (“vuestro gesto”, para indicar el rostro ; “vuestro mirar” al referirse a sus ojos). Se destaca el semblante pálido y sonrosado en los pómulos, mediante metáforas coloristas extraídas del medio natural (“de rosa y azucena”). Su mirada posee dos términos adjetivadores que aparecen en antítesis (“ardiente, honesto”). El fuego es, en la terminología poética renacentista, símbolo de la pasión y la mirada de la dama es a la vez “amorosa” e inocente, pura. En consonancia con lo anterior en el v.4 nos da la explicación: metafóricamente su mirada puede encender pasiones (desencadenar la tempestad) y a la vez con su honestidad, su inocencia (“clara luz”) serenarlas. De nuevo aparece la antítesis en relación con el verso anterior: ardiente-tempestad/ honesto-serena.

Segundo cuarteto:

Del cabello se pondera el color rubio, ideal renacentista, sublimado mediante una metáfora hiperbólica (“que en la vena del oro se escogió”), seleccionado entre el oro más puro. La imagen del cabello en movimiento (metáfora: “con vuelo presto”), debido a la acción del viento, elemento natural, incide en caracterizar el cabello con sensación de viveza y suavidad. Muestra la acción del viento sobre la cabellera de la muchacha: “mueve, esparce y desordena”, gradación climática en tres términos (simetría renacentista) por “el hermoso cuello blanco, enhiesto”. No utiliza en la descripción del cuello ninguna metáfora, es suficiente la presentación de tres adjetivos en simetría con los tres verbos que aparecerán en el verso siguiente. Todo lo relacionado con el sentido de la vista cobra realce en la poesía garcilasiana.

La naturaleza nutre la poesía de Garcilaso de recursos estilísticos, se manifiesta en la mayor parte de las metáforas del texto, concretamente para describirnos el arquetipo de la mujer hermosa renacentista , así como en el tópico desarrollado en los tercetos, es decir, la identificación de las estaciones del año con las edades del hombre.

Primer terceto:

Pasando a los tercetos encontramos el tópico ya señalado (estaciones del año=edades del hombre). El hipérbaton del verso 9: “coged de vuestra alegre primavera/el dulce fruto” tiende a remarcar mediante la metáfora de la juventud el aprovechamiento de ésta y, por otra parte, introduce el nuevo tópico que seguirá desarrollando en alegoría a lo largo de los dos tercetos. El esquema: epíteto+metáfora extraída de la naturaleza (“alegre primavera”), se repite en “dulce fruto”. Si la primavera se identifica con la juventud, el dulce fruto, como producto de ésta, puede entenderse como el amor. De nuevo se impone la idea del tiempo y la advertencia del poeta: “antes que el tiempo airado” (metáfora del invierno), “cubra de nieve la hermosa cumbre” siguiendo idéntico esquema que en los vv. 9 y 10, se evoca el invierno de la vida, representado por el cabello blanco. La antítesis es otro recurso que debemos destacar. El contraste entre el presente (=belleza y juventud) y el futuro (=ajamiento y vejez) se manifiesta en téminos de connotaciones positivas y negativas: dulce fruto/ tiempo airado, alegre primavera/ viento helado, etc.

Segundo terceto:

Se inicia remarcando mediante hipérbaton la acción destructora del tiempo: “Marchitará la rosa el viento helado”, continúa la alegoría del terceto anterior al hablarnos, mediante términos metafóricos extraídos de la naturaleza, del invierno y sus inclemencias, “el viento helado” connota ya la idea de la ¿muerte?. Por otra parte, aparece también la “rosa” como símbolo y metáfora de la vida y su fugacidad, la juventud posee idéntica duración que el esplendor de una rosa. El políptoton mudará/mudanza refuerza la idea de los cambios que produce el paso del tiempo.

Conclusión

No hay pesimismo en la exhortación garcilasiana al goce de la juventud, sino un reflejo palpable del vitalismo renacentista. Transmite el poema una sensación de equilibrio y serenidad marcados por el ritmo remansado y lento (estilo nominal en general), por la armonía de su forma. Incluso el cromatismo es suave (blanco, amarillo, rosa...). Resaltaremos la importancia de la naturaleza que es en él fuente de recursos (metáforas especialmente), utilizados para describirnos al arquetipo de la mujer hermosa renacentista, así como para la presentación del tópico literario mediante el que se identifican las estaciones del año y las edades de la vida. La adjetivación sensorial, el uso del epíteto, las estructuras formadas por dos o tres elementos, características del estilo de Garcilaso, pueden rastrearse en el poema. Es importante también la organización sintáctica de los materiales lingüístico en ensamblaje perfecto con el tema que se desarrolla: nos referimos a la utilización de conectores temporales y, especialmente, al juego de formas verbales presentes en el poema: presente en los cuartetos descriptivos, imperativo, en el primer terceto, es decir, en la exhortación, y futuro, en el segundo terceto, para expresar los estragos del paso del tiempo.

1


[1] “con clara luz la tempestad serena”, en otras versiones.

[2] La adjetivación, muy abundante, posee connotaciones positivas: “mirar ardiente, honesto”, “vuelo presto”, “hermoso cuello blanco enhiesto”.

[3] Este comentario refleja una variante del verso 4 “con clara luz la tempestad serena” en lugar de “enciende el corazón y lo refrena”.

Guía para comentario película El último valle

GUÍA PARA COMENTARIO- plazo de entrega 11-12 de Marzo-puede entregarse en archivo Word y vía email-se tendrá muy en cuenta el plagio y copia literal-

EL ÚLTIMO VALLE (1970)

  1. Resumen-Argumento-Sinopsis ( no más de diez líneas, con estilo propio)

  1. Temas e ideas que plantea, relaciónalos, investiga la época: ¿a qué guerras aluden? ¿qué bandos se enfrentan, por qué, qué consecuencias generó?

  1. El planteamiento temático es diverso con líneas interpretativas que se oponen, complementan, funden. Analiza la actitud, las intenciones y el desarrollo de los personajes siguientes: El Capitán, Vogel, El Alcalde, El Padre Sebastian, La Bruja.

  1. Aunque existan en la película posturas maniqueas, de extremos irreconciliables, también aparecen ricos matices de otros comportamientos. Señala los que consideres más oportunos y establece una comparación con otras actitudes acordes a nuestro tiempo.

  1. Visita estos enlaces y elabora un comentario razonado a la siguiente pregunta: ¿En qué medida son responsables de las guerras de religión las clases dominantes, burguesía, nobleza e Iglesia?

http://enciclopedia.us.es/index.php/Guerra_de_los_Treinta_A%C3%B1os

http://es.wikipedia.org/wiki/Intolerancia_religiosa

http://centros1.pntic.mec.es/~devallea/isabel/css/humanismo.htm

http://www.slideshare.net/cayita/reforma-y-contrarreforma

  1. En la película se tratan los estereotipos del hombre de armas y el de letras, ideales que fundamentan la imagen del perfecto cortesano, capaz de conjugar la espada y la pluma; ¿consideras dos modos de vida inviables? ¿se puede ser guerrero y poeta a la vez? ¿se escribe para perpetuar los horrores de la guerra, o se participa de un ideal que te empuja al enfrentamiento y tener así experiencia que contar? Intenta contestar a estos dilemas y razona con calma tu respuesta a esta última pregunta: ¿Para qué escribir?


lunes, 4 de mayo de 2009

Teatro del siglo XX(hasta el 39)

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Apuntes de teoria y práctica

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Lectura de Lorca

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